TOM COLLINS
Ginebra, Zumo de limón, Sirope de azúcar, Soda.
Su nombre se debe a una argucia que se hacía en los bares.
“Ahí afuera está un tal Tom Collins esperando por usted”. Los aludidos, cuando salían a buscar al tal “Tom Collins”, no encontraban a nadie. Mientras, dentro, el bromista se bebía la bebida del confiado incauto. La broma llegó a ser conocida como “El Gran Engaño de Tom Collins de 1874”